El amor toco a las puertas de su vida.
Dando impulso a su joven corazón.
Sin pensar que hace poco había jurado.
Entregarle la vida al redentor.
Hizo votos para poder consagrarse.
Y alejarse del pecado original.
Pero a veces la fuerza de la carne,
Al espíritu lo quiere traicionar.
Ella quiso mantenerse como virgen.
Aguantado toda clase tentación.
Sin pensar que un día se encontrará.
Un extraño robando el corazón.
De mañana muy temprano se fue a misa.
Y al supremo le contó su confusión.
No te angusties le dijo el sacerdote.
Obedece a tu joven corazón.